Ezequiel 37:3-6 RVR1960| 3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. 4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. 5 Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. 6 Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.«
¿Alguna vez te has sentido como un valle de huesos secos? ¡Creo que yo no he sido la única! En ocasiones nos hemos sentido en un lugar de desesperanza, de sueños enterrados, de promesas que parecieran haberse desvanecido. Y tal vez has llegado al punto donde te sientes sin fuerzas, sin dirección, sin vida. Pero hoy Dios te dice: ¡Vivirás!

Dios llevó al profeta Ezequiel a un valle lleno de huesos secos, símbolo de un pueblo derrotado, sin esperanza ni futuro. Humanamente, parecía imposible que aquellos huesos volvieran a vivir. Pero Dios le ordenó al profeta Ezequiel que profetizara sobre ellos. Cuando el profeta obedeció, algo sobrenatural ocurrió: Los huesos comenzaron a juntarse, los tendones y la carne cubrieron los cuerpos, y finalmente, el aliento de Dios sopló de los cuatro vientos sobre ellos devolviéndoles la vida. Dios da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.
Romanos 4:17 RVR1960| (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.
Hoy Dios te dice que profetices sobre esa situación que parece muerta en tu vida. Háblale a tu valle de huesos secos. Declara vida sobre tus sueños, sobre tu familia, sobre tu propósito, sobre tus finanzas. Dios no te ha llamado a vivir en derrota, sino en victoria. Hoy sales de ese valle de sombra, de sequía que por tanto tiempo el enemigo o tus malas decisiones te han mantenido recluido. Dice Su Palabra en el Salmos 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
El mismo Dios que sopló su aliento sobre aquellos huesos está soplando sobre tu vida ahora mismo. El Espíritu Santo viene de los cuatro vientos para llenarte de su poder, para revivir aquello que creíste perdido. No importa cuán seca parezca tu situación, Dios tiene la última palabra. Lo que el enemigo pensó que estaba acabado, Dios lo está resucitando. Tu fe se levanta, tu ánimo se fortalece, tu visión se renueva, en el nombre de Jesús. Lo que antes era un valle de desolación, se convierte en un ejército poderoso, listo para conquistar.
Amado lector, hoy Dios te dice: “¡Levántate! Mi Espíritu está sobre ti. Lo que estaba muerto, vuelve a la vida. Lo que parecía acabado, renace con más fuerza. ¡Vas a ver mi gloria!” Oremos juntos, Padre Celestial, enséñame y dame sabiduría para profetizar vida sobre mi situación. Declaro que tu Espíritu sopla sobre mí, sobre mi familia, trayendo restauración, fuerzas y propósito. Dios, te necesito, rompe en mi toda incredulidad y aquello que parece imposible para mi, hoy tu lo haces posible, conforme a tu voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
Isaías 43:19 RVR1960|He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960