La Vid verdadera: Permaneciendo para dar frutos

Juan 15:5-6 RVR1960| 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.

Este año ha sido proclamado como un Año de Dar Buenos Frutos, y qué mejor forma de comenzar que recordando que nuestra capacidad de fructificar depende de nuestra conexión con Jesús, la  Vid verdadera. Este devocional te invita a reflexionar sobre tu relación con Dios y a comprometerte a permanecer en Él para que Su vida fluya a través de ti, produciendo buenos frutos que glorifiquen Su Santo nombre.

Permanecer en la Vid. La clave para dar buenos frutos no está en nuestras propias fuerzas, sino en nuestra conexión con Cristo. Como pámpanos, dependemos de la Vid para recibir la savia que nos da vida y fuerza. Permanecer en Jesús significa buscarle cada día en oración, meditar en Su Palabra y obedecer Sus mandamientos. Sin esta conexión, nuestras vidas se vuelven estériles y sin propósito. Jesús nos llama a permanecer en Él, no como una carga, sino como una invitación a experimentar una vida abundante. Permanecer en Él no es un acto pasivo; es una decisión diaria de depender de Su gracia y de permitir que Su Espíritu Santo nos guíe.

Salmos 1:3 RVR1960| Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.

Los frutos que glorifican a Dios. El fruto que damos no es para nuestra gloria, sino para la gloria de Dios. Gálatas 5:22-23 nos habla del fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio. Este fruto no solo transforma nuestras vidas, sino que impacta a quienes nos rodean. Cuando permanecemos en Cristo, nuestras palabras, acciones y decisiones reflejan Su carácter, y así otros son atraídos a Él. Además, dar fruto incluye llevar el mensaje de salvación a los demás. En este año de dar buenos frutos, seamos intencionales en compartir nuestra fe y en ser luz en medio de la oscuridad.

Colosenses 1:10 RVR1960|para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;

Separados de Él, nada podemos hacer. Jesús es claro: Separados de Él, nada podemos hacer. Esto nos recuerda que nuestras habilidades, talentos y esfuerzos no son suficientes si no están anclados en Él. Muchas veces intentamos resolver las cosas por nuestra cuenta, pero al hacerlo, nos desconectamos de la fuente de vida. Este año, hagamos un compromiso de depender completamente de Él, sabiendo que solo en Su presencia encontramos dirección, fortaleza y propósito.

Gálatas 5:22-23 RVR1960| 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Amado lector, este año de dar buenos frutos comienza con una decisión, esta es: Permanecer en la Vid verdadera. Jesús nos promete que si permanecemos en Él, llevaremos mucho fruto. Este es un llamado a buscarle más, a depender de Él en todo momento y a compartir Su amor con quienes nos rodean. Oremos juntos, Señor Jesús, hoy decido permanecer en ti. Reconozco que separado de ti nada puedo hacer. Llena mi vida con tu Espíritu Santo y ayúdame a dar fruto que glorifique tu Santo nombre. Que este año sea un tiempo de abundancia espiritual, en el cual tu vida fluya a través de mí para impactar a otros. En el nombre de Jesús, amén.

Juan 15:8-9 RVR1960| 8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. 9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.

Con amor,
Sandra Patricia Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960| Reina-Valera 1960

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