El 2025 representa una nueva oportunidad para la renovación espiritual. Según 2 Corintios 5:17, al estar en Cristo, nos convertimos en nuevas criaturas, dejando atrás nuestro viejo yo. La renovación es un proceso profundo que transforma nuestra mente y corazón, invitándonos a vivir en la nueva creación de Dios y a abrazar nuevas oportunidades.