Juan 15:5 RVR1960| Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
En el corazón de todo creyente está el deseo de vivir una vida que refleje el propósito de Dios. Una vida fructífera no es solo el resultado de nuestras obras, sino de una relación profunda con Jesús. Él nos compara con las ramas de una vid, unidas a la fuente de vida que es Él. Sin esta conexión vital, el esfuerzo humano queda vacío, pero cuando permanecemos en Su presencia, el fruto es inevitable y abundante.

Muchas veces, nos encontramos en temporadas donde el fruto parece no aparecer. Oramos, trabajamos, sembramos, y los resultados parecen tardar, y esto nos puede llegar a hacernos sentir frustrados. Pero la Palabra de Dios nos asegura que el proceso de dar fruto es un reflejo de nuestra comunión constante con Él, y no de la rapidez de nuestras acciones. Así como el agricultor espera pacientemente la lluvia temprana y tardía, tú también puedes confiar en que la cosecha llegará en el tiempo perfecto.
Mateo 7:17-20 RVR1960|17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis.
Dios no ha olvidado tus semillas
Cada oración que has elevado, cada acto de fe y obediencia, cada lágrima derramada en secreto es una semilla. A veces, el suelo parece árido y el sol demasiado intenso, pero recuerda que el crecimiento es un proceso invisible. Dios está trabajando debajo de la superficie, fortaleciendo tus raíces para que el fruto que venga sea duradero.
Gálatas 5:22-23 RVR1960| 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Fruto que permanece
Dios no solo quiere que lleves fruto, sino que ese fruto permanezca. Jesús dijo: «Yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca» (Juan 15:16). Esto significa que los frutos que producimos en Él tienen un impacto eterno. Tus actos de amor, perdón y obediencia son como árboles plantados junto a corrientes de agua, que dan su fruto a su tiempo (Salmos 1:3).
Colosenses 1:10 RVR1960| para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
Una cosecha para Su gloria
El fruto que darás no es solo para tu beneficio. Dios usa nuestras vidas como testimonio para atraer a otros hacia Él. Cuando confías en Su fidelidad, cuando decides permanecer firme, incluso en los momentos difíciles, estás reflejando Su gloria.
Isaías 55:10-11 RVR1960| 10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
Amado lector, aunque ahora no veas los resultados, no te rindas. Dios es fiel para cumplir Su promesa. Recuerda que la Palabra nos asegura: «No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos» (Gálatas 6:9). La cosecha viene, y será abundante. Permanece en Cristo, cuida tu relación con Él, y confía en que el fruto llegará, porque Él es el Señor de la vid, y en Él, tu esfuerzo nunca será en vano. Oremos juntos: Padre Celestial, ayúdame a permanecer en ti, sabiendo que separado de ti nada puedo hacer. Dame la paciencia para esperar tu tiempo perfecto y la fe para creer que mis esfuerzos no son en vano. Declaro que veré la cosecha que has prometido y que daré fruto en abundancia para tu gloria. En el nombre de Jesús. Amén.
2 Corintios 9:10 RVR1960| Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960| Reina-Valera 1960