Todo lo puedo en Cristo que me fortalece

Filipenses 4:13 RVR1960| Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

En la vida enfrentamos desafíos que muchas veces parecen insuperables: dificultades económicas, enfermedades, relaciones rotas o incertidumbres sobre el futuro. Sin embargo, este versículo de Filipenses nos recuerda que no estamos solos. Nuestra fuerza no proviene de nuestras propias capacidades, sino de Cristo, quien nos capacita y sostiene en cada situación. El apóstol Pablo, al escribir estas palabras, estaba en una cárcel romana, enfrentando adversidades extremas. Sin embargo, no expresó desánimo, sino confianza absoluta en el poder de Dios. Pablo había aprendido a estar contento en cualquier circunstancia, porque sabía que Cristo era su fortaleza constante.

Salmos 28:7 RVR1960| Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.

Cuando entiendes que la fuerza de Dios está disponible para ti, te liberas del temor al fracaso. No importa cuán grande sea la montaña que enfrentas, la gracia y el poder de Cristo son suficientes para llevarte a la victoria. Él no solo te fortalece, sino que también camina contigo en cada paso del camino, asegurándose de que nada sea imposible.

TODO ES TODO

  1. Confía en la promesa de Dios: Cada vez que te sientas incapaz, recuérdate que Cristo te da la fuerza que necesitas.
  2. Rinde tus cargas al Señor: No cargues tus luchas solo; entrégaselas a Aquel que puede darte paz y dirección.
  3. Permanece conectado a la fuente: La fortaleza espiritual proviene de una relación diaria con Dios a través de la oración y la lectura de Su Palabra.

Amado lector, Cristo no promete que la vida será fácil, pero asegura que en Él encontrarás la fuerza para atravesar cualquier prueba. Permite que este versículo sea un recordatorio constante de que, con Jesús, no hay imposibles. Declara hoy: Señor, en tus manos pongo mi vida. Contigo, puedo vencer cualquier obstáculo. Oremos juntos: Señor Jesús, hoy me acerco a ti reconociendo que mi fuerza viene de tu poder y no de mis propias capacidades. Gracias porque en medio de mis debilidades, tú eres mi fortaleza y mi refugio. Ayúdame a confiar plenamente en ti, sabiendo que, con tu ayuda, puedo enfrentar cualquier desafío que venga a mi vida. Te entrego mis luchas, mis temores y mis sueños. Guíame con tu sabiduría y dame la paz que solo tú puedes dar. Fortalece mi fe para caminar en victoria y recordar siempre que, en ti, nada es imposible. Gracias por ser mi ayuda constante y mi esperanza segura. En Tu nombre poderoso oro, Amén.

2 Corintios 12:9 RVR1960| Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

Que este devocional sea una fuente de ánimo para quienes lo lean. ¡Cristo es tu fuerza hoy y siempre!

Con amor,
Sandra Patricia Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960| Reina-Valera 1960

Deja un comentario