Transformados por el perdón y la bondad de Dios

En Efesios 4:31-32, Pablo nos exhorta a dejar atrás la amargura y el enojo, e invita a practicar la bondad y el perdón, reflejando el amor de Dios. Este llamado a la transformación personal es fundamental para vivir en paz y libertad, permitiendo que el Espíritu Santo sane nuestro corazón y nos guíe a una vida plena.