Filipenses 3:19 RVR1960| el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que solo piensan en lo terrenal.
En este pasaje, el apóstol Pablo nos advierte sobre aquellos que viven enfocados en los deseos de la carne, poniendo sus anhelos en las cosas terrenales en lugar de buscar lo eterno. La frase «cuyo dios es el vientre» revela una vida centrada en los placeres y deseos personales, ignorando los propósitos de Dios. Estas personas están tan consumidas por el materialismo y los deseos del mundo, que sus acciones terminan llevándolos a la perdición. El apóstol Pablo nos recuerda que como creyentes, no somos llamados a vivir como aquellos que se aferran a lo pasajero, sino a lo eterno.

Cuando ponemos nuestra confianza y devoción en lo terrenal, nos desviamos del propósito divino que Dios ha trazado para nuestras vidas. El peligro de enfocarnos únicamente en lo que podemos obtener en esta tierra es que corremos el riesgo de perder de vista nuestra verdadera herencia celestial.
Colosenses 3:2 RVR1960|Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Una vida centrada en Cristo. En contraste, somos llamados a vivir con una mentalidad celestial, recordando que no somos ciudadanos de este mundo, sino que nuestra ciudadanía está en los cielos (Filipenses 3:20). Esto significa que nuestras decisiones, acciones y pensamientos deben alinearse con los valores del Reino de los cielos. No permitas que el afán de obtener riquezas, la búsqueda de fama o la aprobación del mundo te desvíen de tu caminar con Cristo.
Mateo 6:19-21 RVR1960| 19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
El enemigo intentará desviarte y tentarte con los placeres de este mundo, pero recuerda las palabras de Jesús en Mateo 6:33: «Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.» Cuando ponemos a Dios en primer lugar, Él se encargará de suplir todo lo que necesitamos.
1 Juan 2:15-17 RVR1960| 15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Examina tu corazón. Este devocional es una invitación a examinar nuestras prioridades. Pregúntate:
- ¿Estoy enfocado en acumular tesoros aquí en la tierra o estoy invirtiendo en el Reino de los cielos?
- ¿Mi vida está reflejando una búsqueda de lo eterno o estoy persiguiendo las cosas temporales?
- ¿Qué estoy adorando con mi tiempo, recursos y energía?
Dios nos llama a vivir una vida que refleje Su gloria, a ser la sal y la luz en un mundo que está cada vez más enfocado en lo terrenal. Alinea tu vida con los propósitos de Dios y permite que el Espíritu Santo guíe tus decisiones, para que puedas vivir una vida que agrada al Señor y glorifica Su nombre.
Romanos 8:5 RVR1960| Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
Amado lector, no pongas tu confianza en las cosas de este mundo, porque son temporales y perecederas. Vive para Cristo, poniendo tu mirada en lo eterno. Como creyentes, somos llamados a ser diferentes, a vivir en santidad y a enfocarnos en los valores cristianos. Recuerda que hay una recompensa eterna esperando por aquellos que se mantienen firmes en la fe y no se desvían por los placeres momentáneos de este mundo. Oremos juntos: Padre celestial, gracias por tu Palabra que me guía y me recuerda que no debo enfocar mi vida en lo pasajero, sino en lo eterno. Ayúdame a buscar primero tu Reino y a vivir para tu gloria. Quiero que mi vida refleje tus valores, y que cada decisión que tome esté en alineación con tu perfecta voluntad. Guarda mi corazón de los deseos de la carne y permíteme vivir con una mente transformada, puesta en las cosas de arriba. En el nombre de Jesús, Amén.
Gálatas 6:8 RVR1960| Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Que Dios te bendiga ricamente en este nuevo día.
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960| Reina-Valera 1960