No pongas tu mirada en lo terrenal

El apóstol Pablo advierte sobre las consecuencias de vivir centrados en deseos terrenales y materialismo, desviando nuestra atención del propósito divino. Nos llama a enfocarnos en lo eterno y alinear nuestras decisiones con los valores del Reino de los cielos, recordando que nuestras verdaderas riquezas están en Dios y no en el mundo.