Versículo del día
Hechos 5:1-4 NVI| 1 Un hombre llamado Ananías, con su esposa Safira, también vendió una propiedad. 2 En complicidad con su esposa, se quedó con parte del dinero y puso el resto a disposición de los apóstoles. 3 —Ananías —le reclamó Pedro—, ¿cómo es posible que Satanás haya llenado tu corazón para que mintieras al Espíritu Santo y te quedaras con parte del dinero que recibiste por el terreno? 4 ¿Acaso no era tuyo antes de venderlo? Y una vez vendido, ¿no estaba el dinero en tu poder? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? ¡No has mentido a los hombres, sino a Dios!
Cuando escuchamos la palabra honestidad, la gran mayoría empieza a decir que es un valor que se ha perdido. Pero en realidad el mayor causante de la pérdida de este valor proviene de nuestros hogares. La historia de Ananías y Safira es una poderosa advertencia sobre la honestidad y la integridad en la vida cristiana. En el libro de Hechos, leemos cómo esta pareja decidió vender una propiedad y donar parte del dinero a la iglesia sin que los apóstoles se lo hayan pedido, era su tierra, su dinero, pero luego de haber prometido dar el dinero, pretendían mentir referente al monto de la venta; pero su engaño fue descubierto por el Espíritu Santo a través del apóstol Pedro.

Notemos esto:
La transparencia es crucial. Dios valora la transparencia y la honestidad. Ananías y Safira no fueron castigados por dar solo una parte de su dinero, sino por mentir acerca de ello. Este acto no fue solo una mentira a los apóstoles, sino a Dios mismo. Como cristianos, debemos ser transparentes en nuestras acciones y palabras, tanto con Dios como con los demás.
Proverbios 11:1 NVI| El Señor aborrece las balanzas adulteradas, pero aprueba las pesas exactas.
La integridad en nuestras ofertas. La integridad no solo se refiere a lo que hacemos en público, sino también a nuestras acciones en privado. La ofrenda de Ananías y Safira fue contaminada por la falta de integridad. Cuando ofrecemos algo a Dios, ya sea nuestro tiempo, recursos o talentos, debemos hacerlo con un corazón sincero y honesto. No esperando el reconocimiento de los hombres, ni los aplausos de la multitud, sino en todo tiempo agradar a Dios y que el nombre de Jesucristo sea conocido.
Lucas 16:10 NVI| »El que es fiel[a] en lo poco también lo será en lo mucho; y el que no es honrado[b] en lo poco tampoco lo será en lo mucho.
Las consecuencias del pecado. La historia de Ananías y Safira nos recuerda que el pecado tiene consecuencias. Aunque Dios es amoroso y misericordioso, también es justo. El pecado de la mentira y el engaño llevó a consecuencias severas para esta pareja. Dios aborrece la mentira, los mentirosos no heredaran el reino de los cielos. Así que renuncia a las palabras deshonestas y vuélvete verdaderamente a Cristo, hoy puede ser tu última oportunidad.
Amado lector, reflexionemos sobre nuestra propia vida. ¿Hay áreas donde no hemos sido completamente honestos? ¿Hemos intentado engañar a otros o a Dios? Pidamos al Espíritu Santo que nos revele cualquier área de nuestra vida que necesite corrección y que nos dé la fuerza para vivir con integridad. Oremos juntos, Señor, te pedimos perdón por las veces que hemos fallado en ser honestos y transparentes. Ayúdanos a vivir con integridad y a ofrecerte lo mejor de nosotros con un corazón sincero. Escudriña nuestro corazón. Que tu Espíritu Santo nos guíe y nos fortalezca cada día. En el nombre de Jesús, amén.
1 Timoteo 4:1-2 NVI| 1 El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas. 2 Tales enseñanzas provienen de embusteros hipócritas, que tienen la conciencia endurecida.[a]
Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
Con amor,
Sandra P. Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960| Reina-Valera 1960