La esperanza transformadora en nuestras vidas

Versículo del día:  Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Jeremías 29:11RVR1960

Cada día vivimos desafíos, y en ocasiones pareciera que nuestras finanzas estuvieran al borde de colapsar. Sin embargo, como hijos de Dios, tenemos la promesa de que Él está siempre con nosotros, guiándonos y proveyendo en todo momento. Sus recursos no tienen límite. Dios en Jeremías 29:11, nos recuerda que sus planes para nosotros son de bienestar y no de calamidad. Esta promesa nos asegura que, aunque enfrentemos tiempos difíciles, hay esperanza y un propósito divino, que se cumplirán mientras nos mantengamos caminando bajo su dirección y voluntad.

| Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud. Salmos 143:10 RVR1960

1. Confía en la provisión divina. Dios es nuestro proveedor. En momentos de dificultades financieras, es esencial recordar que Dios tiene el control y que Él nos dará lo que necesitamos en el momento adecuado. Filipenses 4:19 nos dice: «Y mi Dios suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.» Así que no importa cuán grave parezca la situación financiera, Dios puede y quiere transformar nuestra realidad financiera y darnos ese bienestar divino.

| El deseo cumplido endulza el alma, pero el necio detesta alejarse del mal. Proverbios 13:19 NVI

2. Fortalece tus lazos familiares. Las relaciones familiares pueden ser desafiantes en la crisis financiera; pero son una bendición que Dios nos ha dado, y un apoyo para avanzar y no darse por vencido. La Palabra en Efesios 4:2-3 nos insta a ser humildes, amables y pacientes, soportándonos con amor y esforzándonos por mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Orar juntos, buscar el consejo divino y aplicar los principios bíblicos en nuestras interacciones, pueden traer restauración y crecimiento en nuestra relación familiar. 

3. Vive con esperanza. La esperanza es un ancla para el alma (Hebreos 6:19). Mantener una actitud de esperanza en medio de las pruebas nos da la fuerza para seguir adelante. Sabemos que Dios está obrando en todas las cosas para bien, y que sus promesas son verdaderas. Romanos 8:28 nos recuerda: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.» No olvides sus promesas, confía, porque Él tiene cuidado de ti.

| Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario, Hebreos 6:19 NVI

Amado lector, empieza a agradecerle a Dios por todas las bendiciones que ya tienes, y confía en que Él está trabajando para mejorar cada área de tu vida. Haz una lista de las necesidades de tu familia y entregaselas a Dios, y ora específicamente por ellas, pidiéndole Su intervención divina, porque solo Él tiene el poder para cambiar las circunstancias. Oremos juntos: Señor, venimos ante ti en humildad y con corazones agradecidos. Sabemos que tú tienes el control de nuestras vidas y que tus planes para nosotros son de bien y no de mal. Te pedimos que traigas un cambio a favor de nosotros en nuestras finanzas y ayúdanos a ser buenos administradores de los recursos que nos das. Fortalece nuestros lazos familiares, que podamos reflejar tu amor y paciencia en cada relación. Llénanos de tu esperanza y fe, recordándonos siempre que tú estás con nosotros y que lo mejor está por venir. En el nombre de Jesús, amén.

Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
Con amor, 
Sandra Patricia Ventura

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