Día 3: Buscando mas de Su presencia

Serie 21 días de Ayuno 

Salmos 35:13 RVR1960| Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; Afligí con ayuno mi alma, Y mi oración se volvía a mi seno.

El ayuno y la oración son disciplinas espirituales que nos permiten profundizar nuestra comunión con Dios y fortalecer nuestra fe. En momentos de dificultad, aflicción o búsqueda de dirección divina, el ayuno y la oración se convierten en las más poderosas armas que nos conectan con el Padre Celestial. Por esto la Biblia nos narra en este pasaje el testimonio del poder transformador del ayuno y la oración en la vida del salmista. Y es lo mismo que Dios en estos días de ayuno nos quiere llevar, que volvamos al ayuno, al cilicio, que haya un despertar en nosotros para que nos arrepintamos de nuestros pecados y caminemos conforme a su voluntad.  Mientras ayunas eleva tu clamor a Dios en oración. El ayuno, lejos de ser un mero acto de privación física, es un acto de adoración que nos permite centrar nuestra atención en Dios y abrir nuestros sentidos a su voz.

En este tiempo de negación nuestra carne mengua y nuestro espíritu se vuelve más sensibles a la voz del Espíritu Santo y más receptivos a Su dirección divina. El ayuno nos conecta al corazón de Dios, volviéndonos uno con Él. 


1 Corintios 6:17 RVR1960| 17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.

Es importante saber que la oración y la lectura de la Palabra son partes fundamentales cuando ayunamos, porque es por medio de estas prácticas que escuchamos Su voz y Él escucha nuestros anhelos, preocupaciones y agradecimientos. Cuando hablamos con Dios, procuremos que nuestro lenguaje sea del alma, sincero y teniendo un corazón rendido ante su presencia; el ayuno no es una camisa de fuerza, sino un ejercicio espiritual que nos permite conocer la voluntad de Dios sobre nuestras vidas. Si no sabes que decisión tomar, ayuna y mantente expectante a lo que Dios te dirá.

Salmos 34:4 RVR1960|  Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.

Amado lector, en medio de tus aflicciones y desafíos, ten la certeza de que Su gracia es suficiente para sostenerte. Confía en lo que Dios hará y decide volver tu vida a Él, porque es allí donde encontrarás consuelo, fortaleza y dirección, y aunque nosotros hayamos sido infieles, Él siempre permanece fiel. Intensifica tu tiempo de oración en estos días de ayuno, medita en Su Palabra, porque vienen tiempos donde el derramamiento de Su Espíritu será más notorio sobre aquellos hombres y mujeres que han decidido humillarse ante su presencia. 

2 Timoteo 2:13 RVR1960| Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.

Oremos juntos, amado Padre celestial, en este momento nos postramos delante de ti en humildad y adoración, reconociendo que tu soberanía y tu bondad no tienen límites, por eso te pedimos que en estos 21 días de ayuno y oración nos ayudes a perseverar, y que podamos experimentar un encuentro sobrenatural contigo; se que hay mucho que trabajar en mi, pero estoy dispuesto a dejarme moldear conforme a tu voluntad. Señor, muchas veces he querido hacer las cosas a mi manera, pero hoy reconozco que solo tú tienes los planes perfectos para mi vida. Que nuestras oraciones sean como incienso fragante delante de ti, y que nuestro ayuno sea una ofrenda agradable a tus ojos, todo esto te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.

Deja un comentario