Fortaleciendo nuestro interior

Efesios 3:16-18 NVI| Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser,17 para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor, 18 puedan comprender, junto con todos los creyentes, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo.

Cuando escudriñamos las Escrituras, podemos ver cómo esta nos refleja el amor y la misericordia de Dios hacia su creación; por esto cuando el apóstol Pablo nos habla de fortalecer el hombre interior, sabemos que no podemos hacerlo solos, sino a través de esa fortaleza que viene Dios. No es un fortalecimiento superficial, sino uno que va de adentro hacia afuera, fortaleciendo nuestra esencia misma. 

Es importante notar que el apóstol no dice que nos fortalecerá con cualquier poder, sino con el poder que proviene de las «Gloriosas Riquezas de Dios». Este poder no es limitado ni temporal; es abundante y eterno. Es el poder que todo lo creó y que sostiene todas las cosas en su lugar, es el poder que produjo milagros en el pasado y que hoy sigue haciendo sobre todo aquel que en Él sigue creyendo.

Hebreos 13:8 RVR1960| Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

¿Cómo experimentamos este fortalecimiento? La clave está en permitir que el Espíritu Santo trabaje en nosotros. Cuando permitimos esto, nos sumergimos en su presencia a través de la oración y la adoración. Este fortalecimiento interior no es sólo para nuestra propia satisfacción o comodidad, sino que nos capacita para vivir vidas que reflejan Su gloria. Así que sigue fortaleciéndote en el poder de Su fuerza para resistir las tentaciones, y seguir perseverando en medio de las pruebas.

Amado lector, sé que muchos de ustedes están viviendo procesos que los ha llevado a sentirse que sus fuerzas han flaqueado, pero en este día quiero animarte a no rendirte, a seguir avanzando, a que levantes tu mirada al cielo y puedas clamar al socorro que viene de Dios. Nadie ha dicho que sería fácil el tomar su cruz y seguirle, pero si vivimos para Cristo, ten por seguro que en medio de las tribulaciones a través de Su Palabra tu hombre interior será fortalecido para llevarte de gloria en gloria y de victoria en victoria. Eres más que vencedor. Oremos juntos, amado Padre celestial, gracias porque en tu gran amor y misericordia nos fortaleces con tu poderoso Espíritu. Ayúdanos a deleitarnos cada día más en tu presencia, para que podamos experimentar tu fortaleza en nuestras vidas, para vivir de acuerdo a tu voluntad y seguir glorificando tu nombre en todo lo que hacemos. En el nombre de Jesús, amén.

Gálatas 2:20 NVI| He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.

Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
Con amor, 
Sandra Patricia Ventura

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