El poder de la oración: Clama a Dios en todo tiempo

Jeremías 33:3 RVR1960| Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

En medio de las situaciones difíciles y los tiempos de incertidumbre, a menudo buscamos respuestas y soluciones en nuestra propia fuerza o en los consejos de otros. Sin embargo, Dios nos invita a acudir a Él en oración; señalándonos en su Palabra la dirección correcta hacia donde debemos dirigirnos, no motivados por la efusividad del momento, sino permitiendo al Espíritu Santo su dirección correcta para salir del abismo en el que te puedas encontrar. Sigue clamando, aunque para algunos tus oraciones que salen del alma sean estorbos para sus oídos, pero para ti está siendo la oportunidad perfecta para comunicarte con el Padre celestial.

Cuando clamamos a Dios, debemos tener presente:

1. La invitación divina: Él nos llama a buscarlo en oración constantemente. No importa cuán grande o pequeño sea la situación, Él está siempre dispuesto a escucharnos y responder. Su palabra dice en: 1 Tesalonicenses 5:17-18| 17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. Así que clama a Él en todo tiempo.

2. La respuesta: Dios no sólo escucha nuestras oraciones, sino que también promete responder. Él no ignora nuestras súplicas; al contrario, nos promete revelar: “Cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”. Esto nos recuerda que Dios es soberano y tiene el poder de obrar de maneras que superan nuestra comprensión. Lee Su palabra, escudriñala  y ora en base a ella.

Isaías 45:3 RVR1960|Te daré los tesoros escondidos y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.

3. La intimidad con Dios: La oración no es solo un medio para obtener lo que deseamos, sino también un medio para conocer más íntimamente a Dios. Al clamar a Él, nos abrimos a su voluntad y nos permitimos ser enseñados por Él, para que caminos hacia el destino que fue diseñado para nosotros mucho antes de la fundación del mundo.

Mateo 11:27-28 RVR1960| 27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. 28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

4. La confianza: Aunque en ocasiones no entendamos su respuesta o nos sintamos abandonados porque su silencio en ocasiones nos produce desespero, debemos confiar en su  sabiduría divina y amor perfecto. Él conoce lo que necesitamos mejor que nosotros mismos y siempre obrará para nuestro bien.

Romanos 8:28 RVR1960| Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Amador lector, cuando clamamos estamos levantando la oración más poderosa delante de Dios, porque es allí donde tu alma se derrama y te rindes a su perfecta y única voluntad. Cuando hacemos este acto profético de rendición le estamos cediendo a Dios todo lo que tenemos; estamos renunciando a nuestro libre albedrío para darle paso al cumplimiento de su propósito en nuestras vidas. Y si hoy te encuentras batallando contigo misma y no logras soltar lo que te está arrastrando hacia un hoyo más profundo, pues es hora de que hagas una pausa y peses en una  balanza si vale la pena seguir huyendo de Dios. Aprende a confiar en Él y busca su voluntad por encima de la tuya. Pídele al Espíritu Santo que te enseñe y perfeccione cada día más tu carácter de Cristo, en el nombre de Jesús. Que Jeremías 33:3 sea un recordatorio constante de la importancia y el poder de la oración en tu diario vivir, y que al clamar a Dios puedas  experimentar su presencia, su sabiduría y su amor de una manera más reveladora. Amén

Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.

Con amor, 
Sandra Patricia Ventura

Deja un comentario