Una visión trazada con propósito

‭‭1 Corintios‬ ‭9:24-27‬ ‭TLA‬‬| 24 Ustedes saben que, en una carrera, no todos ganan el premio, sino uno solo. Pues nuestra vida como seguidores de Cristo es como una carrera, así que vivamos bien para llevarnos el premio. 25 Los que se preparan para competir en un deporte, dejan de hacer todo lo que pueda perjudicarlos. ¡Y lo hacen para ganarse un premio que no dura mucho! Nosotros, en cambio, lo hacemos para recibir un premio que dura para siempre. 26 Yo me esfuerzo por recibirlo. Así que no lucho sin un propósito. 27 Al contrario, vivo con mucha disciplina y trato de dominarme a mí mismo. Pues si anuncio a otros la buena noticia, no quiero que al final Dios me descalifique a mí.

En la vida cristiana, somos llamados a vivir con un propósito definido, como atletas entrenando para una carrera. Al igual que un atleta se prepara diligentemente para competir, nosotros debemos prepararnos espiritualmente para alcanzar el premio celestial que Dios nos ofrece. Esta preparación no es en vano; nos capacita para vivir vidas de excelencia y efectividad en el servicio a Dios y a los demás. Y para esto necesitarás:

Preparación:
La preparación es esencial en la vida del creyente. Así como un atleta se entrena para mejorar su desempeño, nosotros debemos invertir en nuestra formación espiritual para alcanzar el máximo potencial en Cristo. Jesús mismo dedicó tiempo a preparar a sus discípulos, capacitándolos para continuar su obra. La preparación nos lleva de ser buenos a ser excelentes en lo que hacemos, fortalece nuestros músculos espirituales y optimiza nuestro tiempo al invertir en aquello que perdurará por la eternidad. La preparación es una inversión qué haces es tu formación para tener resultados exitosos en lo que emprendes, y esto fue lo que Jesús hizo con sus discípulos, Él invirtió más de tres  años preparando a sus discípulos para que continuarán con su visión.

Santiago 1:22-24 TLA| ¡Obedezcan el mensaje de Dios! Si lo escuchan, pero no lo obedecen, se engañan a ustedes mismos y les pasará lo mismo que a quien se mira en un espejo: tan pronto como se va, se olvida de cómo era.

Disciplina:
La disciplina es clave para alcanzar nuestros objetivos espirituales. Pablo nos enseña que debemos dominar nuestros impulsos y someter nuestro cuerpo para no ser descalificados en nuestra carrera espiritual. Esto implica controlar nuestros deseos y enfocarnos en conquistar nuestras metas a corto y largo plazo. La disciplina nos capacita para vencer obstáculos como: la pereza, el desánimo y las emociones negativas, permitiendo que el Espíritu Santo produzca en nosotros el fruto del dominio propio. El mejor tiempo invertido es aquel que inviertes en tu preparación en la Palabra de Dios.

Hebreos 12:5-6 TLA| 5 Pero ustedes parecen haberse olvidado ya del consejo que Dios les da a sus hijos en la Biblia: «Querido jovencito, no tomes las intrucciones de Dios como algo sin importancia. Ni te pongas triste cuando él te reprenda. 6 »Porque Dios corrige y castiga a todo aquel que ama y que considera su hijo.»

Amado lector, es vital que reconozcas el valor de la visión que Dios ha depositado en ti. Mantén tu enfoque en ella, sabiendo que aquel que te ha hecho el llamado también te capacitará para llevarla a cabo. Prepárate con diligencia y cultiva la disciplina en tu vida diaria, confiando en que el premio que Dios tiene para ti es eterno y vale la pena cada esfuerzo invertido en este camino de la fe. Amén.

Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
Con amor, 
Fabio R.  Ventura

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