Sacúdete la víbora en el fuego

‭‭Hechos‬ ‭28‬:‭5‬-‭6‬ RVR1960| Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció. Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios.

El fuego es el único remedio para ahuyentar la víbora; por esto donde está el fuego encendido estás no se acercan y lo mismo sucede en el mundo espiritual La Biblia nos narra cómo el apóstol Pablo en medio de las adversidades, se enfrentó sin temor a la víbora y está ningún daño le causó. Esto nos lleva a entender que cuando mantenemos nuestro altar encendido, las huestes espiritual de maldad tendrán que retroceder y alejarse de ti, porque el fuego divino que te rodea, está sobre ti.

Notemos esto, es importante notar que todos los siervos del reino serán atacados por la serpiente, ya que Satanás busca extinguir el fuego del Espíritu Santo en sus vidas. Sin embargo, así como el apóstol Pablo priorizó mantener el fuego encendido, nosotros también debemos asegurarnos de avivar constantemente nuestra comunión con Dios, pues esta es la clave para la victoria en medio de las batallas espirituales. Por eso aunque hacía frío y estaba lloviendo Pablo le dió prioridad a recoger ramas secas para mantener el fuego avivado.

Ahora bien, Dios no nos asegura que no enfrentaremos ataque o dificultades, pero si nos promete que el veneno no tendrá ningún efecto en nuestras vidas, porque estamos bajo el fuego del Espíritu Santo que desvanece todo plan de las tinieblas. Es importante resaltar que lo primero que hace el veneno en el cuerpo humano es paralizarlo, para dañar el sistema operativo; y esto también se aplica en lo espiritual cuando la serpiente te quiere inyectar su veneno, puede provocar estancamiento en todos las áreas de tu vida y esto provocará que te desanimes y en ocasiones este se prolonga sino lo atacamos de raíz. Sacúdetela con el fuego, porque con las víboras no se pelea.

Levítico 6:12 NVI| Mientras tanto, el fuego se mantendrá encendido sobre el altar; no deberá apagarse. Cada mañana el sacerdote pondrá más leña sobre el altar, y encima de este colocará el holocausto para quemar en él la grasa del sacrificio de comunión.

Amado Lector; recuerda que Dios tiene grandes planes para ti, pero es vital mantener el fuego encendido en tu vida. No permitas que ninguna serpiente y ninguna mentira del enemigo apaguen la llama divina que ha sido depositada en tu espíritu. Levanta esa antorcha y empieza a encender esos altares que están humeando o se han apagado, porque Dios te ha puesto cómo atalaya en estos tiempos, cuando muchos de los altares están siendo reducidos a cenizas. Oro al Padre, para que en el nombre de Jesús su respaldo divino este sobre ti y comiences a llenar del fuego del Espíritu Santo esos altares que han menguado, en el nombre de Jesús. Amén.

Levítico 6:13 NVI| El fuego sobre el altar no deberá apagarse nunca; siempre deberá estar encendido.

Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
Con amor,

Fabio R. Ventura

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