CLAMA A DIOS HASTA QUE TU ORACIÓN SEA ESCUCHADA

Marcos 10:47-48 RVR1960 | Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ‘¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!’ Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ‘¡Hijo de David, ten misericordia de mí!

Tu clamor siempre será el arma más poderosa para llamar la atención de Jesús, siempre y cuando esta petición sea conforme a tu propósito. Mientras meditamos la valiosa información que este pasaje nos ofrece, vemos la valiente actitud que tuvo este hombre frente a todos aquellos que le obstruían el camino para poder llegar hasta el Obrador de Milagros. Bartimeo reconoció que sólo Jesús podía suplir su necesidad. Sin embargo, también comprendió que su fe y determinación debían ir acompañados de su petición. Aquí radica el primer principio: Dios no responde a nuestra necesidad, sino a nuestra fe; aquella fe que nos hace persistentes, que nos impulsa a no desfallecer. A pesar de los intentos de silenciarlo, Bartimeo persistió en su clamor hasta obtener respuesta.

Romanos 5:3-5 RVR1960| 3 Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

Notemos esto: aunque Jesús conocía la necesidad de Bartimeo, fue su búsqueda persistente la que lo llevó a experimentar el milagro. Y lo mismo sucede con nosotros, El sabe de que tenemos necesidad, pero es nuestra búsqueda ferviente y llena de fe la que desencadena su intervención. Santiago nos recuerda que la fe sin obras está muerta. ¿Acaso Jesús ignoraba la necesidad de Bartimeo? Por supuesto que no, por esto detuvo su camino al escuchar el clamor ferviente y lleno de fe de este hombre. Hoy, quiero enseñarte que Dios conoce tus necesidades, pero es tu búsqueda apasionada y llena de fe la que lo mueve a actuar. No busques respuestas donde no las hay; Jesús es la única solución para las necesidades de tu necesidad. Pon toda tu confianza en Él y búscalo con todo tu corazón, y verás cómo el cielo te honra porque lo honraste a Él primero.

Amado lector, no te rindas. Al igual que Bartimeo, persevera en tu búsqueda hasta ver tu respuesta cumplida. Dios está contigo en todo momento. Deja de lamentarte por tus necesidades y comienza a buscar la solución en Jesucristo. El enemigo intentará distraerte, hacer que fijes la vista en el problema en lugar de la solución. Sin embargo, el Espíritu Santo quiere que sepas que en medio de tu búsqueda de Su presencia, Él responderá a tus necesidades. Prepárate para ver milagros, porque por causa de tu clamor, Dios te dará la respuesta. Amén.

Marcos 10:51-52 RVR1960 | 51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.

Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
Con amor,

Fabio R. Ventura

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