Lucas 15:21-24 NTV| 21 Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de que me llamen tu hijo[a]”. 22 »Sin embargo, su padre dijo a los sirvientes: “Rápido, traigan la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo y sandalias para sus pies. 23 Maten el ternero que hemos engordado. Tenemos que celebrar con un banquete, 24 porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta.
Jamás lograremos describir la magnitud del amor infinito e incomparable que nuestro Padre Celestial tiene por nosotros. Y este relato bíblico ciertamente nos edifica tanto, que el perdón y la forma en que este Padre recibe a su hijo, nos habla del amor y la bondad de Dios, porque solo aquellos que hemos sentido su infinito amor, cubriendo nuestros muchos pecados, podremos dar testimonio que su amor es real.

Lo primero que hace el Padre al regreso de su hijo es quitar de él lo viejo y ponerle el mejor vestido, ese día quería hacerle sentir a su hijo que todo estaba preparado para su regreso, y solo hacía falta él para que toda la celebración se diera. Y hoy te quiero decir a través de este Devocional, que solo faltas tú, así que retoma tu camino a casa, porque esos harapos que cargas, no te pertenecen, no tienen tus medidas. Solo hay un vestido nuevo y este lo encontrarás en la casa del Padre.
UN VESTIDO NUEVO
En la Biblia el vestido se asocia con la condición espiritual; podemos verlo en nuestros primeros padres cuando intentaron cubrir su pecado (Lea Génesis 3:7) Los delantales de hojas de higuera representan el primer atentado del hombre de cubrir su pecado, pero Dios arrancó esa seguridad falsa que ellos sintieron al esconderse tras la hojas de higuera, cuando los confronto con sus pecados y confesaron, entonces Dios mismo los limpió de su pecado y los vistió con túnicas de pieles (Lea Génesis 3:21). Hubo un derramamiento de sangre.
Este nuevo vestido que ellos portaban denotaba redención, porque nadie puede vestir al hombre para restaurar aquello que el pecado destruyó, sino solamente Dios; por esto al hijo pródigo le fue entregado un vestido nuevo. Y esto es lo que Dios desea para ti, porque según el vestido que portes, así también te identificarán.
VESTIDOS DE AUTORIDAD
El enemigo es astuto y siempre tratara de poner tropiezo para que no llegues a la casa del Padre, porque en el momento que llegues, serás vestido del perdón, de la restauración, del amor, la gracia y el favor de Dios. Por ejemplo un oficial de la policía sin su uniforme, es un civil más, pero cuando porta su vestido, esa vestimenta le concede la autoridad y el respeto. Y lo mismo pasa en el ámbito espiritual, cuando estás vestido con la sangre del Cordero, toda obra de las tinieblas tendrá que huir.
Y oró al Padre, para que todo vestido de miseria, de pecado, de depresión, de maldiciones generacionales, se rompa, y seas vestidos de lo nuevo de Dios, y que todo aquello que te impedía volver a casa, hoy sea deshecho por el poder de la Sangre del Cordero.
Amado lector, hay decisiones que pueden afectar tu vida, cuando Dios no está en el asunto, porque fuera de su cobertura nada permanece para siempre, y por mas que trates de ocultar el error, si no hay un arrepentimiento genuino, todo lo demás será un remordimiento de la conciencia a causa de las malas acciones. Pero si en realidad quieres un cambio en tu vida, solo debes reconocer tu pecado, y apartándote del mismo te hará libre. Así que ten paz, porque los planes que Dios tiene contigo siguen estando vigentes; no sigas retrasando ese momento, porque en la casa del Padre aún hay mucho para ti. Amén.
Jeremías 29:11 RVR1960| Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
Con amor,
Fabio R. Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
NTV| Nueva Traducción Viviente
RVR1960|Reina Valera 1960