Mateo 15:21-22 RVR1960| Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. 22. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.
Leemos esta historia y podemos ver que hermoso y amoroso es nuestro Dios, quien ella siendo cananea, Jesucristo no la ignoró, sino que apartó los prejuicios y las divisiones religiosas y atendió la necesidad de esta mujer cananea, quien la salud de su hija la tenía angustiada.
Lo primero que debemos señalar es que esa mujer estaba declarando lo que a su espíritu le fue revelado y esto era que Jesús era el Mesías, ella fue entendida en los tiempos y pudo discernir que Él era la promesa declarada en los libros sagrados.
¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Ella al reconocer su autoridad divina, estaba haciéndole entrega de su carga, porque confiaba en lo que Jesús podía hacer. Su hija necesitaba ser libre y solo Jesús podía devolverle esa libertad. Y a ti, ¿que te oprime? Puede que estés pensando en una lista tan larga que no sabes ni con cual petición iniciarla, pero quiero recordarte que así como Jesús escuchó el clamor de esta mujer también lo hará contigo, Él le devolverá la alegría a tu hogar, y aquello que estaba atormentando a tus hijos y los tenía cautivos, será quebrantando y desecho en su nombre. Hay que entender que cada uno de nuestros problemas tiene la solución en Jesús y sin importar lo grande de la situación que hoy enfrentemos, nuestros hijos deben aprender que la oración de una madre está provocando que el cielo responda a su favor.
Isaías 45:2-3 RVR1960| 2 Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; 3 y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.
No tengas temor, identifica aquello con los que estás peleando y déjate guiar por el Señor, porque las armas que Él te ha entregado son para vencer a tu oponente. Esta mujer entendió que aquello que atormentaba a su hija era espiritual, y la autoridad que portaba Jesús podía liberarla. Así que lo mismo sucederá con tus hijos y generaciones; y por muy pequeño que hoy se vea el cambio, ten fe, porque en pequeños pasos grandes cambios.
Amador lector, se que hay madres que están pasando pruebas bastantes fuerte en su hogar y que una de las cargas más pesadas que llevan es la situación que viven con sus hijos, y hay muchas que no logran descansar en Dios; pero quiero invitarte a seguir orando, porque hay respuestas y milagros que solo se podrán obtener en ese clamor. Muchos te querran callar e incluso hacerte sentir indigna de orar, pero quiero decirte que tu clamor no quedará sin respuesta, y el cielo se abrirá ante la oración que clama con un corazón rendido a Dios. Tú no has dado hijos para maldición y cada uno de ellos serán libres, en el nombre de Jesús. Amén.
Isaías 54:12-14 RVR1960| 12 Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas. 13 Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos. 14 Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti.
Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
Con amor,
Fabio R. Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960| Reina-Valera 1960
Caminando como Jesús 