Santiago 5:17-18RVR1960| Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. 18. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.
Creo que muchos hemos llegado al punto de querer rendirnos, porque sentimos que la oración no está siendo efectiva, pero en realidad no depende de nosotros, sino de la misericordia de Dios y que dicha oración vaya alineada a su perfecta voluntad. El profeta Elías era un ser humano igual a nosotros, quien viendo que la lluvia había cesado desde hace mucho tiempo y la tierra estaba agrietada, supo que era el momento de mirar al cielo y clamar por esa lluvia, ya que su tierra al igual que la de cualquiera de nosotros, necesita volver a reverdecer.

Dios nunca llega tarde, y la oración ferviente puede cambiar la sequía en una lluvia abundante que regará esa tierra seca que por años no ha producido nada.
2 Crónicas 7:13-14 RVR1960|13 Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; 14 si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
El cielo está a favor de aquellos que a través de su oración ponen toda su confianza en Dios. Y esto es lo que el profeta Elias hizo; la Biblia nos revela que cuando oró sucedieron cosas sobrenaturales, porque el secreto no estaba en quien ora, sino al Dios al cual se le ora. Cuando confiamos en Dios empezaremos a ver cómo nuestras oraciones toman forman y nos trazan el camino por el cual debemos andar.
Levítico 26:19 NTV|19 Quebrantaré su espíritu orgulloso al hacer que el cielo sea tan rígido como el hierro y la tierra tan dura como el bronce.
Notemos esto; Dios debe ser glorificado en todo tiempo, aun en tu proceso; y esto lo olvidó el pueblo de Israel, quien poniendo su mirada en los ídolos, adoraban a los dioses de Baal y Asera; por esto cuando el profeta Elías los desafía, es porque él sabe que ninguno de ellos tiene poder y que solo Dios es el Todopoderoso para traer la respuesta, provocando que lo imposible fuera posible.
No importa lo difícil que sea tu situación ¡Confía!, porque si Dios pudo avergonzar a los sacerdotes de Baal con un hombre que confió en Él, cuanto más no hará contigo, porque Dios no cambia, Él sigue siendo Dios.
Números 23:19 NTV|19 Dios no es un hombre; por lo tanto, no miente. Él no es humano; por lo tanto, no cambia de parecer. ¿Acaso alguna vez habló sin actuar?¿Alguna vez prometió sin cumplir?
Amado lector, muchos buscamos opciones o estrategias para que nuestros territorios vuelvan hacer fértiles, pero por experiencia propia el único que te puede dar este cambio es la oración a Dios; así que vuelve tu vida a Él, desecha los ídolos de Baal y Asera, porque nuestro Señor volverá a regar tu tierra y tu terreno volverá hacer fructífero; solo recuerda darle la gloria a Dios, porque todo Él lo hace en su tiempo perfecto. Amén.
Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
Con amor,
Fabio R. Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960| Reina-Valera 1960
NTV| Nueva Traducción Viviente