DIOS RESPONDE A TU ORACIÓN

1 Reyes 18:41-43 RVR1960| Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye. 42. Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. 43. Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.

Perseverar en la oración habla mucho de tu carácter cristiano, ya que tu fe no está cimentada en lo que puedes ver, sino en lo que Dios hará en su tiempo perfecto y conforme a su voluntad. El profeta Elías podía haberse rendido al ver que a la primera no se vislumbraba el cumplimiento de la palabra que Dios le había dado, sino que fue constante y mandando a su criado varias veces a ver cómo estaba el cielo, si había alguna señal de que iba a ocurrir el milagro, pero no fue sino hasta la séptima vez que se empezó a visualizar algo pequeño ante los ojos del criado, pero para el profeta era el indicio de lo grande y extraordinario que Dios estaba a punto de hacer. Y tú, ¿estás preparado para perseverar en la constancia de la oración?

Notemos esto: ¿Cuántas cosas dejamos de conquistar por nuestra falta de perseverancia? ¡Muchas verdad!, pero esto no fue el caso del profeta Elías, porque él estaba seguro que Dios enviaría la lluvia a pesar que al principio no se veía nada. En ocasiones estamos a punto de recibir el milagro, pero nos rendimos cuando ya estamos tan cerca de lograrlo, porque nuestros ojos naturales se desvían de la promesa y se enfocan en la lógica humana. Pero si notamos algo aquí, es que el profeta Elías nunca conectó sus ojos con lo natural, sino que se sincronizó con el sonido del cielo, creyendo que una gran lluvia venía.

Amado lector, tu reacción ante la demora del cumplimiento de la promesa, no debe ser de cuestionamiento, sino revisar que es aquello que pueda estar impidiendo que la misma aún no se cumpla. El profeta Elías sabía que Dios lo iba hacer y esa es la misma fe que debemos tener nosotros, aun en los momentos más peligrosos de la vida. No tengas temor de tu oponente, porque contigo pelea Jehová de los ejércitos. Amén.

Salmos 56:3 NVI| Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.

Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.

Con amor,
Fabio R. Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960| Reina-Valera 1960
NVI|Nueva Versión Internacional

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