2 Reyes 4:5-7 DHH| La mujer se despidió de Eliseo y se encerró con sus hijos. Entonces empezó a llenar los jarros que ellos le iban llevando. 6. Y cuando todos los jarros estuvieron llenos, le ordenó a uno de ellos: Tráeme otro jarro más. Pero su hijo le respondió: No hay más jarros. En ese momento el aceite dejó de correr. 7. Después fue ella y se lo contó al profeta, y éste le dijo: Ve ahora a vender el aceite, y paga tu deuda. Con el resto podrán vivir tú y tus hijos.
El aceite se multiplicará y tu casa no será la excepción. Cuando la viuda corrió al profeta Eliseo, lo hizo buscando la dirección de Dios ante la situación que le agobiaba, ya que el acreedor le había amenazado con llevarse a sus dos hijos si esta no cancelaba la deuda que su difunto esposo tenía con ellos. Y el profeta dirigido por el Espíritu Santo le dice: Enciérrate en tu casa con tus hijos, porque él buscaba que ellos tuvieran su propio encuentro con Dios. Su esposo ya no estaba, pero el profeta quería que viera a Dios siendo su proveedor, su sustentador y que este tendría cuidado de ella y de sus hijos. Así que sí hoy te estas sintiendo igual que esta viuda, es porque Dios desea que te encierres con tu familia y le pidas su dirección, porque hay estrategias que humanamente no podemos ver, pero cuando nos encerramos con el Señor vamos a poder ver cómo hacerlo. Cada problema que llega a nuestras vidas, cada desafío que enfrentamos nos debe conducir al Señor, porque con su ayuda haremos cosas poderosas.

Isaías 41:10 NTV| No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.
Notemos esto: ¿Cómo pudo haberse sentido esta viuda? Puedo imaginar la gran carga que traía está mujer al ver que los días pasaban y eran pocas las opciones que ella podía ver para conseguir el dinero; y creo que si estuviéramos en un escenario igual o similar al de esta viuda, posiblemente sentiríamos que nuestras emociones y pensamientos nos agobian, si no involucramos a Dios en nuestra angustia. Esta viuda sometió sus emociones, soltó sus cargas e hizo como el profeta le había dicho. Ella pudo haberse sentido avergonzada al principio cuando estaba prestando las vasijas a sus vecinos, pero fue obediente haciendo lo natural y dejó que Dios hiciera lo sobrenatural. Porque en los momentos de tu mayor tribulación, si haces partícipe a Dios del asunto, también empezarás a ver tu milagro manifestado.
Amado lector, tu milagro lo pelearas en secreto, pero será evidenciado en público, tal cómo le aconteció a la viuda. Quizás muchos se podrán burlar de tu principio, pero será tan visible la evidencia de tu milagro, que todos darán testimonio que fue la intervención divina la causante de lo que hoy recibiste. Ayer eras conocido como una persona sin oportunidades, pero en el momento de tu peor crisis, el cielo escuchó tu clamor y los mismos se abrieron a tu favor. Así que creele a Dios, porque las vasijas se llenaran, saldrás de tus acreedores, te sobrará y devolverás a todos aquellos que en tu momento de mayor necesidad prestaste, porque la afrenta de tu vergüenza está siendo removida, y los que han visto tu proceso, también serán testigos de tus victorias. Amén.
Isaías 54:7-8 RVR1960| Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. 8 Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor.
Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
Con amor,
Fabio R. Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
DHH|Dios Habla Hoy
NTV|Nueva Traducción Viviente
RVR1960| Reina-Valera 1960